lunes, 8 de febrero de 2010

"CAP. 22" (accidente)

Seguí llevando los partes de baja como todas las semanas a la asesoría y al llevarle este me dice el asesor que el jefe quiere hablar conmigo. Me imaginé lo que era, asi que me llevé todos los informes y las pruebas que tenía. Cuando subo me dice: estás despedida, le pregunto si había alguna razón en particular y contesta que los estaba engañando. ¡Qué disparate!. Le pregunto: ¿engañando? aquí tiene todos los informes y las pruebas. Contesta dándoles un empujón que casi los tira al suelo: eso es todo mentira, a los médicos se les puede comprar, y ya con mala leche le digo: pues será usted que tiene mucho dinero porque yo he tenido que sacar 6.000€ para poder operarme, pero si cree que todo esto es mentira, no hay nada más que hablar, pero recuerde que trabajé un año entero con el brazo roto y eso no diga que también es mentira. Cuando tenga la cuenta preparada me avisa.

3 comentarios:

  1. Esta parte, perdona, pero me da mucha rabia. ¿Cómo no hiciste nada? Te lo puso en bandeja.

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  2. Ni si quiera se tomo la pena de ver las pruebas que le presentabas para que se dé cuenta de tu honestida, que varvaridad!!! Que imbecil!!!, decirle a una pobre empleada que puede comprar a los medicos, para matarlo!!! O sea que estaba bien claro que hagas lo que hagas, ese gilopollas, ese cabronazo, ese hijo de puta, no te iba a creer. Tampoco estaba dispuesto a escucharte y cuando tienes a un muro delante de ti, que con él no se puede hablar, pues no hay nada que hacer.

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  3. Más rabia me dió a mi, pero eso es lo que hay. Tienes razón Paco, él ya tenía en mente echarme y nada le haría cambiar de opinión, lo que pasa que no le dió gusto que yo dijera la verdad porque sabía que lo que estaba haciendo no era lo justo.

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