viernes, 18 de octubre de 2019

"NO ME LO PUEDO CREER"

Supongo que habréis escuchado el refrán: quién cuece y amasa de todo le pasa, pues bien, esa debo de ser yo. Os cuento la última, que supongo que vais a flipar.
Necesitaba sacar una foto y la metí en un pendrive para llevársela al fotógrafo e imprimirla. Se la doy, la imprime y hasta ahí todo bien. No tengo una mejor idea que echar el pendrive en la mochila y mi cabecica...... es una joya pero en bruto.
Al día siguiente pongo la lavadora, programa de una hora, temperatura 40º (ni más ni menos), la tiendo... y a secar.
Por la tarde me acuerdo que no he borrado la foto del pendrive y voy a buscarlo para hacerlo.
¿Dónde estaba el pen? Madre mía, madre mía.... pues sí, dónde mismo estáis pensando. Empiezo a buscarlo por todos lados y nada, que no aparecía y de momento me viene un flash y lo visualizo en la mochila. Corriendo voy al tenderete y ¡bingo! estaba allí mismo, dentro de la mochilica.
Imaginaos como podía estar el pobretico después de una hora de lavado y enjuagado a 40º (sin olvidar el suavizante).
Como suelo tener bastante fe en las cosas, digo: voy a ver por curiosidad, pero vamos.... esto estará mas frito que unos boquerones. Lo conecto y..... Ave María Purísima, el muy gamberro funcionaaaaa, sí sí, lo que estáis escuchando. Así que solo me queda aconsejaros que si algún día tenéis dudas en comprar un pendrive, aquí abajo os dejo la foto (es el mismico, de gb y de color). Este es ¡brutal!.