Vuelvo a la sala del doctor con mi pócima mágica en las manos y me dice que me siente y espere cinco minutos, se va a la otra habitación y escucho decirle a otro paciente: ¿está usted preparado? Sí. Empieza a inyectarle y que gritos pegaba, yo no sabía si esperarme ó salir corriendo. Vuelve a mi sala y me gasta un par de bromas (claro con la cara de susto que tendría) mientras carga la jeringuilla. Yo estaba que ni respiraba pero me propuse no dar ni un solo grito. Me metió esa gran aguja en el hombro y cuando empezó a entrar el liquido creí que me desmayaba ¡qué dolor más grande!, era insoportable, no grité pero las lágrimas no paraban de caer y parecía que no acabaría nunca. Al fin terminó y me esperé acostada en una camilla. Ahora quedaba ver como iba a evolucionar la pócima mágica y mientras tanto tenía que seguir con la rehabilitación.
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Que mal lo debiste pasar :( Lo siento cielo
ResponderEliminarGraciasss. Un abrazo.
EliminarEstoy leyendo con gran interés todos los capítulos.
ResponderEliminarQuizá yo soy un hombre se suerte, que jamás estuve en un hospital, y las únicas inyecciones que recuerdo son las que ponen al entrar en el servicio militar.
Las ponían a pistola, de dos en dos. Vi como caían desmayados algunos compañeros, pero para mi, solo fue la sensación de un picotazo de avispa (como soy de la Alpujarra, me han picado algunas, y la verdad, no es nada del otro mundo).
Bueno, a lo que iba, no se como termina la historia, pero me parece muy interesante, y sobre todo, por el hecho de que te estás desahogando al contarla.
Un beso.
Sí que me estoy desahogando Rojo. Muchas gracias por seguir mi historia. Un abrazo.
EliminarMadre mía! Es un calmante muscular lo que te están poninendo? Es muy doloroso, bueno piensa que eso te ayudara a mejorar lo que tienes, poco a poco y estarás mejor.
ResponderEliminarUn besazo enorme y animo ya veras como mejoras pronto
Ya veremos y eran dos ciegos, ja ja ja. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarPero muchacha lo que has pasado. Besos fuertes.
ResponderEliminarY todavía queda Teresa. Un abrazo.
EliminarSi esas inyecciones duelen bastante pero son muy eficaces.
ResponderEliminarSaludos y feliz al fin y al cabo que nos puedes contar todo lo mal que has pasado.
Serán eficaces pero este no ha sido mi caso. Un abrazo.
EliminarUy pobrecita espero que por lo menos estén dando resultado igual que la terapia. Te mando un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarYa verás.... Un abrazo.
EliminarBueno despues de tanto dolor, espero que te hicieran efecto.
ResponderEliminarBesos guapa.
Chary :)
A esperar toca. Un abrazo.
EliminarEs una gran contradicción: sufrir para no sufrir ...
ResponderEliminarBien dicho Trimbolera. Un abrazo.
EliminarRealmente funcionan las Infiltraciones, es decir, cesa el dolor, pero recupera algo el músculo?
ResponderEliminarA todo esto, la del accidente?
No funcionan nada. Paciencia, que la cosa todavía tiene miga.
EliminarHacía tiempo que no visitaba tu blog y me acabo de poner al día. Todo lo que has pasado...
ResponderEliminar¡Qué valiente luchadora!
Un abrazo
Mil gracias Patricia. Un abrazo.
EliminarHola Lobezna, se lo que duele las infliltaciones, por eso me imagino el dolor que debiste sentir y lo valiente que fuiste al no gritar, una vez también me hicieron eso en una mano, tampoco grite, me paso como a ti, me caía cada lagrimon..., pero por poco con la otra mano lo agarro del cuello jeje, si fuesen pócimas mágicas no dolería, cada vez alucino mas con todo lo que te hicieron pasar, a ver el próximo capitulo:)
ResponderEliminarBesos.
Ja ja ja, tenías que haberle cogido el cuello y no soltarlo. Un abrazo.
Eliminar¡Madre mía, me ha dolido hasta a mi.
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo.
Ja ja ja, qué gracioso eres Manuel. Un abrazo.
EliminarUna infiltración es un parche para el dolor... más fuerte que si tomas pastillas puesto que es concentrado y localizado en la zona... pero un parche a fin de cuentas para aliviar el dolor y seguir con la curación...
ResponderEliminarSobre doler al infiltrar... no siempre es doloroso... mucho menos tanto... algo hicieron mal...
Tu historia me pone de mala leche Lobezna... en serio como se pueden ser tan bestias con alguien que lo pasa tan mal y le duele.... grrrr....
Besines...
Si a ti te pone de mala leche..... imagina como estoy yo, ja ja ja. Un abrazooo.
EliminarComo pinta de mal, cada vez peor.
ResponderEliminarSí Anyol. Has dado en el clavo.
EliminarLas infiltraciones son dolorosas. Te comprendo muy bien
ResponderEliminarBesoss
Muchas gracias. Un abrazo.
EliminarLobezna, he sentido hasta el pinchazo que bestia. Si encuentras mejoría bienvenido sea, el mal rato que pasaste.
ResponderEliminarBesitos.
Sí, muy mal rato. No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Un abrazo.
EliminarYa me imagino el dolor, a mí me hicieron ese procedimiento en el codo, y sé lo que duele!!!.
ResponderEliminarBesos
Lo siento mucho Concepción. Un abrazo.
EliminarMenudo calvario lo tuyo, hija mía.
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, ya verás después. Un abrazo.
EliminarQué miedo te tuvo que dar guapi! un abrazo!
ResponderEliminarPues sí, bastante. Un abrazo.
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