Al día siguiente subo a trabajar, mi jefe no se alegró tanto cuando me vio. Me pregunta: ¿qué haces aquí? y le comento lo del alta voluntaria, me dice: hay otra en tu puesto y ahora mismo no la vamos a quitar, le dije que le ayudaría en el trabajo, y a continuación me suelta: aquí "nunca" hemos echado a nadie, el que quiere irse se va solo. En ese momento no entendí nada pero no tardaría en averiguarlo. Me llevó al cuarto de las máquinas, que es donde está la centralita de toda la empresa, era una habitación muy fría y casi sin luz. Había un ordenador de los tiempos de Franco y me trajo una silla, la más incómoda de toda la empresa. Dice: siéntate y entretente con el ordenador, le digo que allí hacía mucho frío y para el brazo no era bueno, y me contestó con su típica frase: no seas blanda. Cojo un listado de material e intento pasarlo al ordenador para hacer algo, la pantalla estaba rota y se veía roja, amarilla y verde, y el teclado no funcionaba. A la media hora asoma la limpiadora a coger los utensilios de limpieza y al verme se echó las manos a la cabeza. ¿Qué haces aquí? Esta habitación no se ha limpiado en la vida, solo es para los trastos y la basura, además hace un frío insoportable. Le dije que me habían puesto allí y tenía que quedarme, ella contestó: te vas a poner mala, aquí no se puede estar. Ya entendía lo de: "aquí no echamos a nadie", estaba clarisimo, querían que me fuera. Así aguanté unos cuantos días pero al final fui a ver a mi doctora. ¡Ya estaba bien de tanto mamoneo!. Me dio la baja.
miércoles, 29 de julio de 2015
miércoles, 22 de julio de 2015
"CAP. 20" (accidente)
Seguía con mi titere de irme a trabajar, y eso que sabía que no estaba bien (no había escarmentado con la primera vez). Voy a ver a mi doctora y le digo que me dé el alta voluntaria, tengo que intentarlo, ella casi me mata, me dijo que todavía no, que aguantara unos meses, y contesté que solo iba a probar porque así vería mi jefe que tenía ganas de trabajar y no me echaría. La doctora no quería darmela pero me dijo: te la doy con la condición de que en cuanto te encuentres mal te la vuelvo a dar, nada de sitios frios ni de esfuerzos, que ahora cualquier cosa es peligrosa. ¡Qué alegría! pensé yo.
sábado, 18 de julio de 2015
"CAP. 19" (accidente)
De repente se escucha a lo lejos del pasillo unos tacones que parecían martillos, vuelvo la cabeza y veo unos zuecos amarillos de madera (con el mal fario que me da a mí el amarillo), pantalón blanco transparente con su tanga blanco a juego y un mini-top amarillo que solo le tapaba las tetas (la típica barbie de mercadillo). No quise mirarle la cara, no podía. La respiración se me puso a cien por hora y las manos me sudaban. Seguidamente llegó mi médico que tenía que declarar, y sin pensarlo se acercó a ella y le dijo: vaya golpe más fuerte que le diste, que un brazo casi no le sirve. La muy cabr... se hace la sorprendida y le contesta: eso se lo habrá hecho después porque cuando yo le dí el golpe, ella se puso de pie y no tenía nada (cuando acordaros que me llevó el 061). Ya no aguanté más, me levanté y me tiré hacia ella, suerte que me sujetaron entre el médico y mi abogado que sino..... juro por lo más sagrado que no sé lo que le hubiera hecho. No tenía bastante con destrozarme la vida sino que decía que yo estaba mintiendo. Me sacaron de la sala agarrada de los dos brazos porque no podían sujetarme. Me dijeron que encima de todo iba a ser yo la que le tendría que pagar si la agredía, ¿y que más da? contesté yo, con lo bien que me hubiera quedado, tendrían que haberme dejado, seguro que así estaría hoy en día más tranquila de lo que estoy. Cuando me calmé un poco pasé a la sala y ya nos mandaron entrar al juicio. Era una juez, estuvo preguntando uno a uno cosas y cuando le tocó a ella, volvió a negar que eso me lo había hecho en el accidente. Si la cojo ........
miércoles, 15 de julio de 2015
"CAP. 18" (accidente)
Llegó el día del juicio (30/1/07) y yo no quería ir, no soportaba verle la cara a la hija de p... que ni siquiera se había preocupado por mí ni una sola vez. Era a las 11 horas pero yo a las 10:30 ya estaba en el juzgado, me senté para tranquilizarme porque iba muy nerviosa. Mi abogado llegó pronto y me dijo: me han comunicado que el juez que debía estar en el juicio repentinamente se ha puesto malo. ¡Qué casualidad! ¿verdad?. Le pregunté: ¿qué le ha pasado? y me dijo: no han querido explicarmelo. Ahí ya sabía yo que no había nada que hacer, se notó a la legua que estaba todo amañado.
lunes, 13 de julio de 2015
"CAP. 17" (accidente)
Cuantas más pruebas presentara en el juicio más probabilidades de ganarlo tenía, así que le pedí otro informe al fisio de Aguilas. Decía así: hombro doloroso a la movilidad, limitación de la anteversión de la abducción, rotación interna y externa y disminución de la fuerza muscular, por eso no debe manejar cosas de peso.
Menos mal que éste es un hombre que se viste por los pies y solamente me cobró 50€, es una suerte que todos no sean unos ladrones.
lunes, 6 de julio de 2015
"CAP. 16" (accidente)
Necesitaba un informe de un forense particular para el juicio, ya que el otro me había valorado antes de la operación y ahora tenía otras secuelas más importantes. Fui al que me dijo el médico de la operación, que es el que trabaja con él aquí en Lorca. Llego a la consulta y tras diez minutos de espera me hace pasar, me reconoce, me hace movimientos y me pregunta varias cosas, cuando acaba me dice que espere fuera. A los veinte minutos sale con mi informe, lo leo y pone: limitación de movilidad de hombro izquierdo y doloroso: 10 puntos; perjuicio estético pie derecho: 2 puntos; termina diciendo: la paciente presenta una incapacidad permanente parcial. Ahora por fin me habían diagnosticado la verdad de como yo estaba. Le pregunto: ¿qué le debo? y por ese trocito de papel me cobra 150€ ¡toma ya!. Le comento que tiene que ir a declarar al juicio para verificar el informe y me contesta que eso va rápido, que sólo tendrá que estar unos quince minutos, me alegré porque pensé que con ese poco tiempo no me cobraría mucho, pero una vez más me equivoqué: 400€ me costó la fiesta del ladronzuelo éste.
viernes, 3 de julio de 2015
"CAP. 15" (accidente)
Vuelvo a la sala del doctor con mi pócima mágica en las manos y me dice que me siente y espere cinco minutos, se va a la otra habitación y escucho decirle a otro paciente: ¿está usted preparado? Sí. Empieza a inyectarle y que gritos pegaba, yo no sabía si esperarme ó salir corriendo. Vuelve a mi sala y me gasta un par de bromas (claro con la cara de susto que tendría) mientras carga la jeringuilla. Yo estaba que ni respiraba pero me propuse no dar ni un solo grito. Me metió esa gran aguja en el hombro y cuando empezó a entrar el liquido creí que me desmayaba ¡qué dolor más grande!, era insoportable, no grité pero las lágrimas no paraban de caer y parecía que no acabaría nunca. Al fin terminó y me esperé acostada en una camilla. Ahora quedaba ver como iba a evolucionar la pócima mágica y mientras tanto tenía que seguir con la rehabilitación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)