Llevaba ya tiempo con unos dolores algo sospechosos en la cabeza, oído y garganta, pero pensé que era algo pasajero. Viendo que la cosa no se iba, fui a mi Doctora. Me dijo que me mandaba al dentista porque parecía una muela, pero no lo sabía con seguridad.
Me dan cita para un mes y llego a consulta.
- Siéntese.
- ¿Qué le pasa?
Le cuento los síntomas y me inspecciona toda la boca.
- Es la muela del juicio que la tiene muy mal. Hay que sacarla porque está dañando a todas las otras.
- Jolines, jolines, ¿es que no puedo tener algún mes de descanso de tanta cosa?
- Si quiere..... se la saco ahora mismo.
- Ave María Purísima.... ¿ahora mismo?, es que no vengo preparada para eso.
- ¿Es que tiene que preparar algo?
- Mire, que yo me mareo.
- Eso no es nada, solo es psicológico. Yo lo voy hacer y usted ni se va a enterar. ¿Vamos?
- ¿Qué le iba a decir?. La Doctora se había empeñado y yo tenía más miedo que 7 viejas.
- Pues vamos y a ver qué pasa.
La Doctora tan flamenca, creía que lo tenía todo controlado, pero no conoce a la miedosa de Lobezna. En el momento que noté la aguja.... escucho decirle a la enfermera:
- Cuidado, la perdemos..... la perdemos.
Tú verás si me perdían. Corriendo la camilla con la cabeza para abajo y las piernas para arriba (tipo cucaracha). Compresas de agua fría y venga darme guantazos (desde luego que se vengó estupendamente). Tuvieron que parar la intervención por un rato hasta que no volví a conocer al personal.
4 pinchazos me metió (pensé: está se ha empeñado en que yo casque aquí). Después noté como la empujaba de un lado al otro y un crujir muy desagradable, se ve que estaba bien agarrada la nenica, y al final.... salió. ¡Una menos!. No me la quiso enseñar porque dice que si veía lo grande que era.... iban a tener que poner la camilla con las patas para arriba otra vez.
¡Duro trago pasé!.
Lo peor.... es que ya tengo cita para la del otro lado. ¡El Señor nos pille confesaos!.
¿A vosotros también os han quitado alguna?