No sabía como empezar esta entrada porque estoy con un miedo en el cuerpo que no me lo quita ni el Tato. Hoy ya he vuelto a Lorca, al piso de mis padres. Es un miedo indescriptible, simplemente aterrador. Se que no puedo pensar cada minuto en el puñetero terremoto, pero no puedo evitarlo. Aquí al lado están levantando nuevos edificios (este solo lo han parcheado) y como están con maquinaria pesada, tiembla todo el bloque, imaginaos que se me pasa por la cabeza cuando noto esas vibraciones... ¡la leche que me dieron, que me va a dar un jamakuko!.
Lo peor vendrá esta noche, porque a ver quién es la flamenca que cierra el ojo y duerme tranquilamente.
Bueno, no quiero aburriros mas con mis tonterías. Solo espero que pronto pueda volver a la normalidad porque sino.... malatelapeguen.