Empezaremos con la parte teórica: es la hora de merendarse el "bibe", se dispone manos a la obra. Aparece un "micho" con ganas de dar matraca, pero no cualquiera, sino de la buena. El pequeñín lo intenta una y otra vez perooooo.... que no hay maneraaaa.
¡La madre que lo parió! ja ja ja.