Me invitó ayer una amiga (Perlita), a una estupenda demostración de peluquería. Era a las 16:00 horas (con toda la fresca) en el lujoso hotel 7 Coronas de Murcia. Fuimos pocas personas porque el evento era limitado, sólo para peluqueras (yo iba de incógnito). Menos mal que no se dieron cuenta de nada. Llevábamos acordado que si preguntaban algo, yo era su ayudante de peluquería (lavando cabezas). Lo más peligroso fue cuando me dieron un nuevo cepillo para que lo viera y notara las diferencias, ¡madre mía!, venga darle vueltas al dichoso utensilio, lo toqué un poco para disimular y corriendo se lo pasé a la siguiente. Hicieron 3 demostraciones: la primera un corte de pelo para el año 2022 (y me he quedado corta), la segunda un recogido elegantísimo (se nota que éste fue mi favorito) y por último unos tirabuzones informales. Entre corte y peinados se fueron 2 horas y media. Nos regalaron: una bolsa-cesta, pinzas para el pelo, un póster y un abanico. Lo mejor de todo: la merienda, ¡ahí señor!, que napolitanas de crema y chocholate recién hechas, galletas del surtido Cuétara, café, manzanilla y té. Menuda merendola me pegué.
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Tú verás, en ese peazo hotel, como pa no daros de merendar, y rico rico, joer qué suerte, así sí da gusto.
ResponderEliminarHombre, déjame que tenga suerte para algo, aunque solo sea para comerme unas galletas.
ResponderEliminarNada mas que por esa merienda merecia la pena ir. Me alegro que la hayas disfrutado.
ResponderEliminarSí que merecía la pena.
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