Siempre llevo en el bolso una botella de agua de medio litro. El jueves en el curso nos estaban poniendo unas diapositivas, con lo cuál, estaba toda la clase a oscuras. Me eché un trago y la guardé. A la media hora me dice mi compi: ¡Jolines!, debajo de mi silla hay un charco. Como siempre está de broma pensé que no era cierto, pero al mirar vi que era verdad. En ese momento no caí en lo que era y le dije: no sé. ¡Virgen del pompiyo seco!, cuando hicimos el descanso, cojo mi bolso y solo le faltaba colocarse unas catiuscas. Se ve que no le puse bien el tapón a la botella y se había vaciado entera. Todo lo que llevaba se puso chorrando. Menos mal que el móvil en ese momento lo llevaba en el bolsillo que sino ...
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Mira que eres exagera, con catiuscas y todo, ni que se hubiera desbordao el ebro, si na mas era medio litro, bueno, ten mas cuidaico pa otra vez..
ResponderEliminarsi es que de verdad, lo que no te pase a ti. Vamos, que no jode ni na.. a mí me pasó una vez, pero llevaba papeles en el bolso y me dio poco gusto.
ResponderEliminarOye hijico, que medio litro de agua no es poco, y más si el bolso lo llevas a tope de cosas. Se nota que a ti no te ha pasado ninguna vez, y espero que sigas así porque sino verás lo que jode.
ResponderEliminarCierto que da poco gusto, poco: ninguno.