Anoche me invitaron a su casa mis dos buenos amigos (Jeny y Principe). Ellos no preparan cenas, sino que hacen simulacros de boda. Sales de su casa igual que un botijo (con el airbag frontal a punto de estallar). En total nos juntamos 6 invitados. ¡Una cena estupenda!. Y si el bodorrio era poco, mi amiga Parry trajo una bandeja de dulces del Blanco y Azul, ¡toma del frasco, Carrasco!. Me tuve que tomar una manzanilla digestiva porque pensé que cascaba con tanta comida. ¡Qué rico estaba todo!. Para mi gusto faltó el ajo, que como la encargada de esa misión es la Parry, al llegar tarde, ya se puso nerviosa y no atinó hacerlo. Menos mal que después nos pusimos a jugar a los bolos y al tenis con la wii, y parece que bajamos algo la cena. Hoy tengo unas agujetas que parece que me estuve peleando con un bisonte. La fiestuqui duró hasta las 3 de la madrugada. Lo pasamos en grande. Gracias a esos dos magníficos anfitriones por acordarse e invitar a esta humilde Lobezna. Este blog va dedicado a vosotros. Un abrazo fuertote.
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Esoooooo, sólo os faltaba el ajo jejejeje. Me he empachao yo tambíén sólo con leerlo. Así da gusto, buena comilona y los dulcess, eso sí es atinar.
ResponderEliminarSi que atinaron, ya te digo que son unos anfitriones fantásticos. Así da gusto.
ResponderEliminarMe alegro que disfrutaras de tan suculenta y opipara comilona, a ver si la gente se anima y te vamos convidando de cuando en cuando, que si ellos son buenos anfitriones tu tambien haras buena invitada..
ResponderEliminarEso, que se animen, que yo para comer me apunto donde sea, ja ja ja.
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