jueves, 4 de febrero de 2021

"UNA CONSULTA RARUNA"

Cuenta la leyenda que Lobezna es una tía echá palante, fuerte, sin ninguna vergüenza y que no le frena nada, pero... como he citado antes... eso es una "leyenda". Simplemente tiene una coraza para engañar al enemigo y en el fondo es sensible, vulnerable y los temas raros le acojonan mucho. Aquí va un ejemplo (aclarar que este es tema raro para ella, porque es lo mas normal del mundo).
Como todas las mujeres sabéis, de vez en cuando hay que ir al ginecólogo y ella "jamás" lo había hecho. Todo el mundo... Lobezna, tienes que ir y ella... ná, más atascá que una burra vieja. Solamente pensar en que alguien  le vería una cosa tan intima, se le iban los pavos, eso sin contar que fuera doctor, pufffff, entonces apaga y vámonos.
No es que ella tenga nada en contra de los doctores, pero en esta caso, eso sería "misión imposible".
Llegó el día y a Lobezna se le acabaron las excusas, tenía que ir sí o sí. Pongámonos en situación:
La noche anterior a la cita no pegó ojo. Llegó a consulta media hora antes y pregunta a la enfermera:
- ¿Es doctora? Sí, le contesta y a ella se le ponen los ojos vidriosos de la alegría (ya no tendría que salir corriendo). Sale su número en la pantalla y ella no se menea, las piernas no le responden. Vuelve a pitar el número y ella ná de ná, hasta que sale la enfermera a por ella. Ya no había marcha atrás. ¡Echale ovarios Lobezna! (se decía ella por lo bajini).
Entra y ve a una doctora más seria que un juez. Le explica que es la primera vez y la doctora hace un gesto de incredulidad. Desvístase!!! (valgame Dios, ahora viene cuando la matan). Se pone una bata transparente y sale. Le dice la enfermera que se suba en una especie de invento espatarrao que tiene muy mala pinta. Ella acojoná se sube. Cuando va la doctora a verla le dice:
- ¡Muchacha! Sino te quitas las bragas ¿cómo te voy a ver?.
Jolines!!! no podía la pobre ni pensar, qué sabía ella?
Una vez quitadas, la ve ir para ella con una especie de palo que no le gustó nada. ¿A dónde irá la tía esta con ese palico?
De repete... catapum.... palo parriba, palo pabajo, palo pal centro y palo padentro. Me cago en tó lo que se menea!!!, parecía que estaba moviendo una sartená de migas. La pobre Lobezna no sabía dónde meterse. Se ve que la doctora no se quedó conforme y fue a investigar las mamellas, otro amasado en toda regla, esa señora en otra vida fue panadera.
Así fue esa mala experiencia para Lobezna. Es normal pensar que la pobre no quisiera ir.
Aunque este relato parezca ciencia ficción es pura realidad. 

44 comentarios:

  1. Uy mija animo y no eres la única que no le gusta ir al ginecólogo. Yo también lo odio. Te mando un beso y buen fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro Citu no ser la única.
      Feliz semana y un abrazo.

      Eliminar
  2. Si que es un poco desagradable, pero no debes dejar de revisarte...también depende mucho de la sensibilidad de quién te atiende
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llevas razón Isabel, tanto en la primera cosa como en la segunda.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Ninguna revisión es agradable, ni siquiera el dentista pero el peor es el ginecólogo, siempre es un mal trago. Menos mal que le has echado humor. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto Ester, la del dentista también le temo.
      El humor es lo último que tenemos que perder.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. A mí también me pasó y me pasa. Besos.

    ResponderEliminar
  5. Entre dentista e ginecologista!
    Venha o ginecologista!
    Beijinhos!
    Megy Maia🌺💜🌺

    ResponderEliminar
  6. Hola guapa... Alguna vez tenía que ser la primera... A ninguna nos gusta... Espero que estés bien y cuidándote mucho de este virus maligno... Buen fin de semana 😊🌈....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí Ana, siempre hay una primera vez para todo.
      Cuídate tu también mucho que la cosa no tiene pinta buena.
      Un abrazo y feliz semana.

      Eliminar
  7. La verdad que se pasa un mal rato, sobretodo la primera vez. Luego con los años te acostumbras Jejeje.
    Besos Lobezna.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Viniendo de ti te haré caso Rafaela.
      Un abrazo fuertote.

      Eliminar
  8. Ay mujer, es por salud. Ya te has quitado el miedo, saludos!

    ResponderEliminar
  9. La verdad que no es agradable.
    Y lo mal que se pasa...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Es muy desagradable, pero hay que ir, lo sabemos y lo sabes, así que ná, procura relajarte y cuanto antes pases el mal rato, mejor.
    Muchos besos!!

    ResponderEliminar
  11. No se que decir.....
    Lo único parecido en mi experiencia es cuando voy a la masajista.
    Me da una paliza, me toca por donde ella le apetece, y después me cobra.
    Bueno, también tengo que decir que durante las dos horas de asalto charlamos de mil cosas, incluso alguna vez hemos salido a cenar, invitando ella.
    Pero no creo que eso sea comparable a un ginecólogo.
    Yo hago una cosa que vi una vez en un programa de la tele.
    Una señora mayor, que le robaron en casa, y se llevaron unas bragas muy bonitas. Y cuando le preguntaron en el programa, decía que eran para cuando iba al médico.
    Pues eso, yo me compro ropa interior muy "chic" para cuando voy al masaje. Es un buen sitio para lucirla, jajaja.
    Bueno, y aparte de todo esto, que no te preocupes por nada, que más duro es combatir en una guerra o trabajar en una mina.
    Privilegiados somos los que solo tenemos que desvestirnos para cuidar de nuestra salud.
    .......
    Se me están viniendo a la cabeza las películas de Antonio Ozores, jajajaja.

    Y bueno, siempre es un placer encontrarte por aquí. A ver si me desenredo un poco y publico de una vez, que tengo un millón de cosas y nunca me pongo a ello.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, menuda comparación Rojo. Te voy a dar un sorteo que te van a tocar todos los premios, ja ja ja.
      Tu sigue con la ropa chic que yo prefiero no ponermela si tengo que ir al gine.
      Un abrazoooo.

      Eliminar
  12. Muy linda el articulo.
    Gracias
    Abrazos desde Real Gramas

    ResponderEliminar
  13. Jajaja.. Sabes me hiciste recordar como me fue a mi la primera vez que fui al ginecólogo. Espero que tus próximas visitas sean muchos mejores :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, me alegro que te haya hecho recordar.
      Un abrazo.

      Eliminar
  14. Mi niña, no conocía tu vena humorística ¡lo que me has hecho reír!
    Y lo cierto es que es de mucho agradecer pues la situación que vivimos con tantos contagios no está precisamente para carcajadas.
    Te entiendo, no exageras, es la pura realidad, yo que he tenido un montón de hijos sé muy bien de que va la cosa.
    Cariños.
    Kasioles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, no sabes cuánto me alegra que te haya hecho reír Kasioles.
      Un millón de gracias.
      Abrazos.

      Eliminar
  15. Hola mi Lobezna, que te entiendo que a mi me costó Dios y ayuda ir la primera vez y agradable no es, pero esa Loba pudo con todo por que es la caña.

    Aunque te comprendo, debo decirte que me he reído mucho de la manera que lo has expuesto, ay y esas frases tan de aquí, las migas, la burra vieja...

    Un beso muy grande y ánimo para las próximas visitas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, la caña de España. Soy todo fachada que luego me quedo en ná.
      Cierto, frases típicas.
      Un abrazoooo.

      Eliminar
  16. No me extraña nada querida LOBEZNA. nos soy buena para dar consejos pero no me ha visto un Ginecólogo desde que nació mi último hijo, este tiene...45 años.
    Por eso digo que no me hagas caso...
    Un besito querida amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre acepto consejos de todos.
      Mil gracias y un abrazo.

      Eliminar
  17. ¡Hola! Leyendo la historia se entiende por qué la protagonista no quería ir y qué razón, creo que hay gente que necesita intentar empatizar un poco más con las personas en su trabajo, pero bueno. Gracias por compartirlo. Un saludo.
    Posdata: te sigo y te invito a pasarte por mi blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carolina. Es que la protagonista es una petarda, ja ja ja.
      Voy a verte ahora mismo.
      Muchas gracias por seguirme y un abrazo.

      Eliminar
  18. Creo que en timidez las dos nos parecemos más de lo que pensaba Lobezna! ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, pues mira.... ya somos dos por lo menos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  19. Hola!! ayy cuanto tiempo sin pasarme por aquí, gracias por los comentarios de mi blog y acordarte de mi guapa.
    Creo que esta situación la hemos pasado todas XD, a mi me pasaba lo mismo, hasta que me tocó dar a luz y por allí abajo miraba todo dios, jaja, pero hay que pensar que ellos lo hacen todos los días y es por nuestro bien, un abrazo muy fuerte! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holaaaa. Qué alegría leerte de nuevo, espero no te pierdas más tanto tiempo.
      Hombreeee, si diste a luz, eso ya son otros López, ja ja ja.
      Mil gracias por pasar y un abrazooo.

      Eliminar
  20. Lobezna, me has hecho reír porque es algo que en alguna ocasión nos ha pasado a mas de una. A mi la primera, es algo muy desagradable lo importante que ya sabes lo que es y la próxima vez será mas liviano.
    Cuídate preciosa. Que tengas un mes maravilloso. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, me alegro que te hayas reído Cristina.
      Cuídate tu también.
      Un abrazooo.

      Eliminar
  21. Hola Lobezna, yo creo que es una de las revisiones mas desagradables para nosotras y si encima te pilla una o uno sin sensibilidad pues apaga y vamonos, pero me has echo reír un montón ya que a mi me paso lo mismo en una de las revisiones, lo que se pudo reír la ginecóloga cuando va y no me las había quitado, me dijo que todavía no tenia rayos equis en los ojos jeje

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja, lo de los rayos ha sido una pasada Piruja.
      La que me tocó a mi no sabe lo que es la sensibilidad.
      Un abrazo Piruja.

      Eliminar